Odio que los relojes se paren,
que la vida se vuelva oscura,
que los sueños desaparezcan,
que no me arropes en el relente de la luna...
Amo todo lo que tú desprecias,
ignoro el mundo de tus delicias,
me arropo con el calor de tu mirada,
lloro cuando dejas de reír,
me muero cuando tu cara se tapa en lágrimas,
y vivo para hacerte feliz...
Jandro.
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