11 de enero de 2012

Aquí el cielo jamás despeja.

Aquí el cielo jamás despeja.
Nubes sobre nubes.  Grises todas ellas.
Un dorado rayo hecho espejismo, recuerdo.

Tan distante la meta, tan oscuro el camino.
Mi meta, aquel cercano acantilado.

Las zarzas, envidiosas de mis piernas, minan la marcha.
atan bien fuerte
 y, aguijoneando el cuello,
me revuelvo, miro arriba y recuerdo:
Nubes grises. Aquí el cielo jamás despeja.


Mar de invierno. El agua gris
mancha de frío las rocas.

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