29 de agosto de 2013

Dos poemas atemporales

Necrofilia
(prosa)

El acto del amor es lo más parecido
a un asesinato.
En la cama, en su terror gozoso, se trata de borrar
el alma del que está,
hombre o mujer,
debajo.
Por eso no miramos.
Eyacular es ensuciar el cuerpo
y penetrar es humillar con la
verga la
erección de otro yo.
Borrar o ser borrados, tando da, pero
en un instante, irse
dejarlo
una vez más
entre sus labios.

Poesía 1970 - 1985,
Leopoldo María Panero



Doris culo-de-rosa

Cuando quedó tendida Doris culo-de-rosa sobre el lecho
entre tan frescas flores me convertí en un dios.
Ella que me abarcaba con piernas prodigiosas
recorrió sin torcerse la carrera de Cipris
con ojos perezosos. Como hojas en la brisa, le temblaba la púrpura
de su carne agitada, justo hasta que vertimos
la blanca libación de nuestro ímpetu, y Doris
con los miembros muy lánguidos se cayó derramada.

Los dados de Eros (ed. Aurora Luque), Discórides

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