Perder
la palabra,
olvidarse
de escuchar
y
dejar en suspensión los procesos vitales.
Retirarse
de los días,
dejar
que piensen por nosotros,
ceder
la voluntad al poder:
Hacerse
pequeño,
despojarse
de la potestad para hablar.
Morir
es arriar las velas
y
dejarse llevar por la corriente.
JANDRO DQ
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