"Ha valido la pena..."
Aurelio González Ovies
 |
| "La Buveuse" - Toulouse-Lautrec |
A pesar de la brevedad
juro que ha valido la pena
ser
aire
rozando
tu
cuerpo
desnudo.
Jandro Dq.
12 de marzo de 2015
8 de febrero de 2015
4 de febrero de 2015
Adablaia
Doble y triple duelo sobre el suelo; duele, dueles,
duelo, sobrevuelo y luego muero. Tengo miedo y quiero y puedo modelarme en este
vuelo. Huelo el cielo y hiero hierro; yerro, hermano, soy humano y hielo el
hielo de veneno lleno. Senos llenos veo en ellos, en mis sueños bellos senos.
Mieles miles, viles flores, aguijones. A mí eres, mueres, vives, dobles y
millones. Dobles, triples, dueles, duelo y sobre el suelo por ti muero, voy al
cielo y vuelo libre, corro liebre y vivo siempre; así te juego, así te quiero.
23 de enero de 2015
Desahogo de corriente explosiva
Novela
del río que, absorto, cuadra la balanza,
como un
caballo descabalado de dolor
vive y
deja vivir en un amplio mar
estupefacto
de obra y corazón de amor.
Viviendo
inerte, pues, como ya he dicho, desdichado,
no
dicharachero de avión de papel intruso.
Podría
decirse de él infame, incluso,
mientras
las boinas comen ante un ciervo echado.
Necesidad,
liberación, bicicleta y dieciséis;
motivaciones
del plumín dorado entre mis dedos.
Putos,
comas, vividores y sonrisas cedo
por
doquier de cuanto leáis y despreciéis.
Así
mismo tocando a su fin dejo
la
canción que corre sobre papel.
Aquí,
este cumple buena función de espejo.
Miel.
5 de diciembre de 2014
Extraviado
 |
| Adolfo P. Suárez (Adolfo Suicide) - Escalerona, Xixón, 2014. |
“Ojalá se te acabe
la mirada constante
la palabra precisa
la sonrisa perfecta”
Silvio Rodríguez.
Recorrido en soledad
el desierto de atacama,
las infinitas llanuras que cruzan el lago,
dormido al raso bajo el Golden Gate,
loco en el país de los cuerdos,
apóstata de los dogmas de cualquier religión,
reitero
mi condición de sublevado
y me uno a la cruzada contra olvido.
En Gijón, a uno de diciembre de 2014.
Querido diario,
yo que nunca te he sido fiel
que mis penas
solo las ha vivido el silencio
y consciente de mi impuntualidad
- inoportunas esperanzas que arriban sin avisar-
llego a ti
sólo, a este jardín del después,
para decirte
que sí creo en la suerte
y que más allá
de los campos agrestes
y las nubes negras
está la tierra fértil,
la misma
que tantos alfareros
y buscadores del mañana
anhelaron.
Como el caballo a su pasto,
como la nieve al suelo en invierno,
como el corredor
cuando la subida es condición
para llegar a meta,
al fin,
te he encontrado;
sincera, desnuda, eterna.
JANDRO DQ (Alejandro Fernández)
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