14 de mayo de 2012

Escalonando


Miro para la derecha,
hombre blanco, uno setenta de estatura,
pelo negro corto,
manos carcomidas por la ansiedad,
inquietud y precisión, su seña de identidad.

Miro para la escalera.
Tercer escalón,
en él, cuatro pies.
Unos acomodados y dos recién llegados.
Mano con mano
construiremos lo que resta de escalera.

Nunca te rindas,
enladrilla lo que queda de vida,
asfalta la autopista que dejes a la espalda
y nunca duermas.


No te adormezcas...


P.D: Esta entrada la dedico a Adrián García, un compañero de sangre. Enhorabuena, jefín! 

Jandro DQ.

 

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