Allá donde la luna se esconde y
más atrás de donde el sol se
pone.
Donde cantan cantos de sirena las
aves,
recitan poemas las personas y
los animales purifican sus penas
viendo al aire, despiadado y en
movimiento,
perder, por el lejano horizonte,
a las nubes.
Donde aprender no significa
obedecer,
ni enseñar tiene relación con
calificar.
Es un sitio donde el secreto no
existe,
donde las miradas y los
sentimientos
son leídos como libros.
Allá, en ese sitio, donde no hay
fronteras.
Los bosques son paraísos y
no futuros campos minados de
edificios.
Donde la gente sabe hablar,
cantar, reír:
- allá, donde a las personas les dejan
sentir -
(Cuadro: Milton Morales Grillo)
Solamente hay bancos en los
parques,
pues no existe el dinero.
No quieren tener guerras,
ni ser esclavos de ningún impuesto...
Viven, comen, crecen, sienten,
aprenden, escuchan, enseñan...
Otra vez, también por error,
me volví a desvelar y,
como en las peores pesadillas,
me di de frente con la cruda
realidad.
JANDRO DQ.
Desempolvo un inédito con ocasión de este poema:
ResponderEliminarPorcía 11/11/2012
Leían, sentados en la hierba o
recostados en hamacas
a lo largo de la ladera.
Otros, con la mirada absorta
en el mar inquiero, dejaban
que un silencio más poderoso
se clavara suavemente en el papel
de los libros.
No era el tiempo la tabla rígida
de medir esa vida,
sino la guía perfecta
de las ideas y la comunión.
Crecían los niños sobre la hierba...
Un saludo y una utopía!
Precioso tu poema, Roberto! Creo que la esencia es la misma que la del mio...No sé si tendré hijos algún día (espero que sí), pero si los tengo, quiero que crezcan sobre la hierba...Por cierto, ¿lo escribiste en Porcía?
ResponderEliminarIncreíbles ambos. Qué sentido tiene escribir poesía si no se sueña lo bello que es soñar. Si ya lo decía D. Miguel de Unamuno (aplicándolo en nuestro favor): "vale más creer algo, aunque sea contradictorio, que no creer nada".
ResponderEliminarPor eso lo puse como comentario, porque podría ser perfectamente un apéndice de tu poema.
ResponderEliminarY sí, lo escribí en Porcía, esa musa psicogeográfica :)
Gracias Pablo. D-Escribir utopías es no conformarse con mínimos.
Un saludo!
Qué bien! Cuando vengas por Porcía, avisa, vivo a menos de 300 metros.
ResponderEliminarUn abrazo!
Bueno, parece que hoy es un día de coincidencias.
ResponderEliminarEsto he encontrado sin pretenderlo.